Al Capone y el negocio de las lavanderías

Si hay un nombre que esté ligado a la mafia, indiscutiblemente ese es Al Capone. Alphonse Gabriel Capone, nació en Brooklyn, Nueva York en 1899. Su padre Gabriele, era barbero y su madre, Teresina, costurera. Tenía 8 hermanos y tan solo 3 de ellos no estuvieron envueltos en actividades criminales.

Con 10 años Al Capone comenzó a hacer recados para el gánster Johnny Torrio, el cual le introdujo en bandas juveniles criminales, comenzando así su carrera al margen de la ley. Con 18 años trabajó como chico para todo en el club Harvard Inn en Coney Island, propiedad del gánster Frankie Yale. Una de esas noches, Al Capone había bebido más de la cuenta, y le soltó un improperio a una cliente del club, lo que provocó que el hermano de esta, se abalanzara sobre él, le golpeara y le rajara la cara hasta 3 veces.

Esas cicatrices, visibles para el resto de su vida, le valieron el apodo de “Scarface” o “Cara cortada”. Nunca le gustaron, por lo que evitaba ser fotografiado desde ese lado, las cubría con polvos de talco, y mentía sobre el origen de las mismas. Una de las mentiras más utilizadas era que se las había hecho combatiendo en la Primera Guerra Mundial.

En 1919, se casó con Mae Josephine Coughlin, un mes después de que esta diera a luz al hijo de ambos, Albert Francis “Sonny”. Al Capone, que tenía tan solo 20 años, ya estaba casado, tenía un hijo y 3 cargos de asesinato a sus espaldas, por los que nunca llegó a ser juzgado.

En 1920, la ley Seca entró en vigor en EEUU. Esta ley prohibía la manufactura, venta y transporte de bebidas alcohólicas. Esto provocó la creación de una gran industria clandestina que fabricaba alcohol que después era vendido en el mercado negro a un precio muy elevado. Esta alta rentabilidad atrajo a numerosos criminales como fue el caso de Al Capone.

Ese mismo año muere el padre de Al Capone, y este se va a vivir a Chicago con toda su familia, poniéndose a las órdenes de Johnny Torrio. Por aquel entonces, Al Capone es detenido por conducir ebrio y estrellarse contra un taxi que se encontraba estacionado, pero Torrio le saca de prisión.

En 1925, Johnny Torrio decide volver a su Italia natal tras ser víctima de un atentado de una banda rival, y Al Capone coge el relevo del gánster, fijando su residencia en el Metropole Hotel. Según la prensa de la época, los ingresos anuales de Al Capone superaban los 100 millones de dólares, de los que un veinte por ciento se destinaba a sobornos. Gran parte de estos ingresos provenían del contrabando de alcohol y del juego. Al Capone llegó a decir públicamente: “El 90% de la gente del condado de Cook bebe y juega y mi ofensa ha sido proveerlos de diversión”.

Los siguientes años, Chicago se transforma en un campo de batalla donde se libran las guerras entre las diferentes bandas criminales por hacerse con un trocito más grande del pastel. Al Capone contaba por esos días con un equipo compuesto por 18 guardaespaldas y cientos de pistoleros, que le costaba unos 200.000 dólares a la semana.

La violencia continuó hasta llegar a su punto álgido el 14 de febrero de 1929. Ese día fueron asesinados 7 hombres de una banda rival de Al Capone a manos de unos pistoleros disfrazados de policías, en lo que se conoce como la matanza de San Valentín. Aunque el famoso gánster se encontraba en Miami en el momento de los hechos, la gente le acusó públicamente, y fue declarado Enemigo Público número 1.

Ese mismo año fue detenido por llevar un arma oculta, lo que le llevó 10 meses a prisión, aunque al parecer, todo formó parte de un plan previamente diseñado por el propio gánster, para ponerse a salvo de una posible venganza de la banda a la que había atacado el día de San Valentín.

Al salir de la cárcel vivió en una mansión de Palm Island en Florida, que había adquirido en 1928, año en el que también adquirió una cadena de lavanderías, Sanitary Cleaning Shops, a través de la cual depositaba el dinero de origen criminal en los bancos dándole una apariencia de legalidad. Solía decir: “La gente lava ahora más ropa que nunca. Me alegro de haber invertido en este sector”. Morris Becker, dueño de la citada compañía dijo asociarse con Capone porque la policía y el abogado del Estado no podían protegerlo pero Al Capone sí, era “la mejor protección del mundo”.

Fue precisamente esta adquisición la que dio lugar a la expresión lavado de dinero, aunque habría que esperar hasta 1982 para que este término fuera utilizado por primera vez judicialmente, para hablar de la confiscación de un dinero procedente del narcotráfico colombiano. Además, el lavado de dinero o blanqueo de capitales, no fue tipificado como delito en EEUU hasta 1986 con la aprobación de la Ley de Control del lavado de dinero, que lo sancionaba hasta con 20 años de prisión.

La aprobación en 1927 de nuevas leyes de evasión de impuestos, la incorruptibilidad de la Agencia de Prohibición con Elliot Ness al mando, y la persistencia de Frank Wilson del Departamento del Tesoro que logró infiltrar un investigador entre los hombres de Al Capone para recopilar pruebas de ingresos ilegales y de defraudación fiscal, lograron que en 1931, tan solo dos años antes de que la ley Seca fuera derogada, Al Capone fuera llevado ante un Juez, acusado de fraude fiscal.

En el juicio, Al Capone utilizó la intimidación y el soborno para forzar al jurado a que le fuera favorable. Afortunadamente el juez, percatándose de ello, relevó el jurado en el último momento. Finalmente, tras 9 horas de deliberación fue absuelto de los delitos de homicidio de los que también se le acusaba, pero fue condenado por delito fiscal a 11 años de cárcel.

Al Capone fue ingresado en la cárcel de Atlanta. Desde allí continuó controlando su negocio a base de sobornos, y por esa razón, 2 años después fue trasladado a la recién inaugurada cárcel de Alcatraz, con unas medidas de seguridad mucho mas estrictas. Pasó de ser el gánster más poderoso y temido de Chicago a ser simplemente el preso número 85.

En 1939 es trasladado de la cárcel al hospital mental de Baltimore, debido a los graves síntomas de demencia que presenta, como consecuencia de una sífilis que le contagió una prostituta durante su juventud. Finalmente fue puesto en libertad 3 años después, pasando el resto de sus días hasta su muerte en 1947, apartado del mundo en su mansión de Palm Island en Florida bajo el cuidado de su esposa.

Como hemos dicho anteriormente, los ingresos anuales de Al Capone, rondaban los 100 millones de dólares anuales. Para hacernos una idea de lo que eso supone, cabe resaltar que en Chicago en 1930, por poner un ejemplo, el salario medio de un profesor asociado en la Universidad estaba entre los 4.000 y los 4.500 dólares anuales, el de un abogado en unos 5.900 dólares, el de un médico en unos 5.700 dólares y el de un ingeniero en unos 3.800 dólares.

En la actualidad, esos 100 millones de dólares equivaldrían a cerca de 1200 millones de euros. Si el Ministerio de Justicia español tuviera que meter en la cárcel a Al Capone hoy, contaría para ello con un presupuesto anual de 1.700 millones de euros, no muy alejado del que tendría el famoso gánster.